Palacio de Gobierno

Palacio de Gobierno, Guadalajara, Jalisco

En 1650, entra en funciones contando este edificio solamente con: dos salas, la de la audiencia y la privada del gobernador, una pequeña capilla y un mirador de arquería con columnas de cantera que se pusieron para adorno de la Plaza y Palacio, fungía como primera autoridad Antonio Alvarez de Castro.

Esta hecha con la mejor piedra dorada de Huentitán, tiene balcones y once ventanas distribuidas entre dos líneas paralelas, ornamentado con cañones labrados, trofeos colocados sobre el cimacio, numerosas colgaduras, coronas, plumas y flores de laurel adornan a este bello conjunto de arquitectura militar galante.

Aparte de ser una de la, más bellas fachadas de la República, en este inmueble se han desarrollado algunos de los acontecimientos históricos más importantes; desde la época virreynal, de este edificio partieron las determinaciones absolutas, personales, imperiosas de los gobernadores de la Audiencia y de los capitanes generales.



En 1810, Miguel Hidalgo hizo su célebre Abolición de la Esclavitud; en 1855 se firmó el documento donde Jalisco se adhiere al Plan de Ayutla; el 14 de marzo de 1858 estuvo a un pelo de ser asesinado Benito Juárez; en 1859 se incendió una gran cantidad del parque de las armas que estaban depositadas en los almacenes del Palacio, volando casi todo el interior del edificio; el 30 de enero de 1915, Jesús Medina le metió un tiro a la carátula del reloj, el cual todavía se nota.

El gran patio central sirvió para los grandes bailes de la época donde se ejecutaban los bellos minuetos y las graves pavanas para el deleite de los tapatíos de ese tiempo. 
En el cubo de la monumental escalera que comunica con la planta superior se conserva una de las mejores obras del muralismo mexicano, Hidalgo Libertador, y a sus lados los otros murales denominados "El Carnaval de las Ideologías" y "El Fantasma de las Religiones", debidos a los magistrales pinceles de José Clemente Orozco, máximo exponente del muralismo mexicano.   
 
Aquí, siendo sede temporal del Presidente Juárez, gracias al valor de Guillermo Prieto que con la frase "Los valientes no asesinan", salvó la vida del Benemérito de las Américas.
Un segundo patio, recuerda a los recintos coloniales con su fuente central y sus altos muros.

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